Compliance as a Service: qué es y por qué se ha convertido en tendencia

El ecosistema empresarial es cada día más complejo. Las compañías han pasado a operar en un entorno global con un marco legislativo amplio y fragmentado, que obedece a un control exhaustivo en muchos casos. Con este escenario, el compliance ha adquirido una gran importancia en las organizaciones.
Tabla de contenidos [Ocultar]
¿A qué nos referimos cuando hablamos de compliance?
El compliance o corporate compliance es el conjunto de procedimientos y buenas prácticas que se aplican para garantizar que una empresa, y sus integrantes, cumplen con el marco normativo. Esto incluye el seguimiento de la legislación que le afecta en cada uno de los países en los que opera, pero también otros aspectos más relacionados con la ética y la moral de la compañía. Por ejemplo, el buen gobierno, la confidencialidad de los datos o la transparencia financiera.
El compliance no es algo nuevo. Nació en el mundo anglosajón y ligado al ámbito financiero debido a la enorme cantidad de normativas que tenían que cumplir esas empresas. Sin embargo, hoy en día se ha extendido a todos los sectores productivos a causa de la globalización.
¿Por qué el Compliance as a Service (CaaS)?
Actualmente, el cumplimiento normativo está íntimamente relacionado a la tecnología. Las empresas de todo el mundo se encuentran en pleno proceso de transformación digital, una evolución que lleva al uso de herramientas tecnológicas en los distintos niveles operativos de las compañías.
El Compliance as a Service (CaaS) es un servicio en la nube que permite a las organizaciones externalizar y automatizar su cumplimiento normativo (fiscal, comercial, etc.). De este modo se busca reducir la carga de trabajo de las compañías, minimizar los costes económicos y, sobre todo, simplificar de algún modo las exigencias del compliance.
¿Cómo funciona el Compliance as a Service?
Las compañías que optan por esta modalidad delegan en un proveedor externo, como EDICOM, los mecanismos necesarios para cumplir con los requerimientos normativos que le afectan y que pueden resolverse por medio de la tecnología. Sin embargo, en lugar de contratar una solución lo que se contrata es un servicio, ya que el software necesario se encuentra en la nube.
Para la empresa esto significa que no es necesario realizar instalaciones, asumir costes de mantenimiento ni encargarse de las futuras actualizaciones. Todas esas tareas repercuten en su proveedor externo, que también debe garantizar la seguridad de la información y la resolución de posibles incidencias.
El caso de la factura electrónica y del IVA electrónico
El cumplimiento B2G, especialmente de ámbito fiscal, es uno de los aspectos que suelen dejarse en manos del Compliance as a Service. De esta forma se automatiza la conectividad y declaración de información a las administraciones de cada país en los términos que dicta la normativa, una tarea difícil de asumir internamente por las empresas.
Uno de los casos más destacados en este sentido es el de la factura electrónica. En los últimos años, este sistema ha pasado a ser obligatorio en multitud de países de todo el mundo. Sin embargo, los requisitos para emitir correctamente este documento varían de un lugar a otro: distintos estándares, formatos, plazos de declaración, mecanismos de seguridad, etc.